El cuidado del Pincel

El cuidado del pincel es imprescindible y muchas veces no se le da la importancia que realmente tiene.

El estado del pincel que utilicemos para trabajar es lo más importante, ya que es la herramienta que hará que nuestro trabajo sea un éxito o por el contrario un trabajo mal hecho.

Un pincel con los pelos abiertos o con restos de producto atrapado entre los pelos dificulta el trabajo enormemente.

Si quedara algún resto de acrílicos en el pincel, déjalo sumergido en un recipiente con líquido acrílico (sin que la punta toque el fondo, para evitar que la punta del pincel se deforme).

No corte nunca los pelos del pincel, el mismo líquido acrílico ablandará el producto atrapado entre los pelos.

Paso 1:

Antes de utilizar el pincel por primera vez debemos de eliminar el residuo de goma en los pelos.

(Todos los pinceles tienen una capa de goma para que los pelos estén en perfecto estado, hasta su utilización).

Paso 2:

Con cuidado, empezamos a separar los pelos. 

Cuando empecemos a ver partículas blancas (residuo de goma) entre los pelos, iremos separando los pelos del pincel y eliminando las partículas.

Paso 3:

Con cuidado, iremos doblando los pelos hacia abajo y soltándolos poco a poco. Cuando hayamos eliminado todas las partículas podremos sumergir el pincel en el líquido acrílico, presionando el pincel hasta fondo del vasito para sacar las burbujas de aire del pincel.

Paso 4:

Sacamos el pincel y lo limpiamos sobre un papel (toallita para limpiar pinceles), dejando la punta perfectamente unida y lo guardamos, colgando boca abajo en un sitio libre de polvo.

(Esto evitará que el líquido se vaya acumulando entre los pelos que están fijados en la parte metálica del pincel, con el fin de evitar la pérdida y deterioro de los pelos.

Si tiene capuchón, es importante que esté tenga un agujero para que tenga una ventilación adecuada y que los vapores del líquido acrílico no quede atrapada dentro del capuchón.